domingo, 30 de septiembre de 2012

Pérez Reverte y 'espejito, espejito...' ('El club Dumas')

En mi reseña de El club Dumas notaba la 'cantada'  o confusión que ocurre en las últimas páginas de la novela. Quienes hayan leído esta recordarán que en esas escenas Lucas Corso y Varo Borja se enfrentan en un clímax apocalíptico y semidemoniaco. Después de todos las peripecias y adivinanzas laberínticas llegamos a la fórmula mágica que ha de leerse frente al espejo para que funcione todo el sortilegio final. Las 'palabras' son las siguientes:





Las cuales, leídas a la inversa, darían: ASÍ ME ENTREGO / ASÍ ME LIBERO / ASÍ ME CONDENO

Pero el caso es que Caro Borja le pide a Corso que les aplique el espejo. Sin embargo, si el lector hace la prueba por su cuenta, el espejo devuelve la siguiente imagen:


Es decir, algo completamente ilegible a no ser por las ayudas de la imaginación. Así que nos quedan las siguientes alternativas: 1) Ni el espejo, ni los protagonistas, ni el autor saben las leyes de la óptica regular. 2) Se trata de un espejo 'supermágico' e inteligente cuya fuerza supera todo lo conocido. 3) Pérez Reverte se está quedando con todo el mundo. 4) Pérez Reverte, tan listísimo él, acaba de descubrir unas nuevas leyes físicas que nos está pasando por los morros a todos, regodeándose en nuestra  supina ignorancia. 5) Al autor le da completamente igual lo que piense yo o los demás lectores que buscan un mínimo de verosimilitud o consistencia en novelas que pretenden ser realistas.

No sé si algún visitante del blog pensará que este detalle es una pejiguera, pero aquí quiero funcionar como 'defensor del lector', y es que te engañen así en el clímax del libro, en la página 487 de las 493 totales, después de haberte traído y llevado por un sinfín de laberintos  y acertijos descabellados, no tiene nombre. Y menos después de lo que dicen de El club Dumas y de su autor algunas citas de la contraportada (edición de 1999, Alfaguara):

"Un auténtico thriller, una trama maravillosamente compleja" (The New York Times) Y tan compleja..., indescifrable diría yo.

"Arturo Pérez Reverte es uno de los maestros del suspense inteligente" (Le Fígaro) Sí, pero aquí se ha pasado y ha dejado completamente estupefactos hasta a los especialistas en efectos ópticos.

"Ni el lector más perspicaz, armado con un diccionario de latín y un ejemplar de Los tres mosqueteros podría anticiparse a las electrizantes sorpresas de este misterio elegante" (The New Yorker). Vamos, que te dan una ecuación sin solución y encima quieres que les des el resultado. Manda h..., que diría Trillo.

(Por cierto, en el espejo de la imagen que encabeza esta entrada 'puede leerse': 'Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha').

jueves, 20 de septiembre de 2012

Escritores feos y los 'monstruos' de Rosa Regas

Rosa Regas
Este verano, y a propósito de la controversia sobre el aborto, Rosa Regas afirmó que no había que dejar nacer a los que ella consideraba 'monstruos', por venir con malformaciones. Aparte de que nadie nace perfecto (malformaciones o limitaciones latentes las tenemos todos, por eso nos ponemos enfermos o acabamos muriéndonos), tampoco puedo estar de acuerdo con ella porque entonces nos habríamos quedado sin un montón de buenos artistas y un montón de buenos escritores. Y ya puestos a hacer  un poco de filosofía: ¿a qué llama la sra Regas 'malformaciones'? ¿A no ser un míster o una miss universo? O por el contrario, ¿qué hacer con gaupetones como Rudolf Hess y Karl Wolff, estrechos colaboradores de  Hitler? ¿Fueron monstruos o no?  Abajo incluyo fotos de escritores y escritoras que 'sin arreglarse un poco más' nunca habrían  ganado nunca un concurso de belleza, o también de otros que en algún momento de su vida se convirtieron en 'monstruos' y entonces habría habido que invitarles a que escribieran desde el otro mundo.  Y también una de Hess y otra de Wolff. Y debajo de las fotos, otra lista de escritores que, o la señora Regas nos aclara el concepto un poco mejor, o también habría que incluir en su lista. (Se admiten adiciones). Nadie es perfecto sra Regas, y ud. tampoco (y eso a pesar de que uno de sus libros lo tenga en mi lista de recomendados, aunque no por la belleza de su autora).

Ernest Renan

Gloria Fuertes

Paul Verlaine

María Zambrano

Ramón del Valle Inclán (manco)

Jorge L. Borges (ciego)

Cervantes (manco)

Homero (ciego)

Otto Wolff (emisario de Hitler)

Rudolf Hess (secretario de Hitler)
Otros

Ciegos: Juan Valera

Disléxicos. Hans Christian Andersen

Patizambos: Quevedo

Jorobados: Juan Ruiz de Alarcón

Alcohólicos: Rubén Darío, Ernest Hemingway, Marguerite Duras, William Falkuner, Edgard Allan Poe

Drogadictos: William S. Burroughs, Julio Herrera y Reissig, Jean Cocteau

Maniáticos: Emile Zola, Juan Ramón Jiménez

Ególatras: Francisco Umbral, ¿Unamuno?, 

Sifilíticos: Henri Heine, Gustavo Adolfo Bécquer, Baudelaire, Flaubert, Daudet

Suicidas: Mariano José de Larra, Alfonsina Storni, Virginia Wolf, Ernest Hemingway, Manuel Acuña, Horacio Quiroga, Emilio Salgari, Reinaldo Arenas, José Asunción Silva, Leopoldo Lugones,

Locura o problemas psiquiátricos serios: Guy de Maupassant, Alejandra Pizarnik, Antonin Artaud.

Escritoras llenas de arrugas y con gafas azules: Rosa Regas


lunes, 10 de septiembre de 2012

Más carcajadas silenciosas ('Fortunas y adversidades de Sherlock Holmes', de Carlos Pujol).

En las otras obras  de Carlos Pujol comentadas en este blog he contado que uno de sus méritos más interesantes es ese sentido del humor británico, que te hace leer muchos de los pasajes de cada libro en un estado de constante 'carcajada silenciosa'. Este es otro ejemplo más, y quizá más logrado que los anteriores, y sin que esto quite mérito al entramado de cada una de las dieciséis breves historias o episodios (me resisto a llamarlos cuentos) que componen el volumen. Un poco menos logrado me parece el intento de humanizar a Sherlock Holmes que se anuncia en el prólogo. Quizá en esto tenga que ver el estilo de Carlos Pujol, que tiende a los párrafos muy medidos y a unas frases muy cuidadas y perfectamente construidas. Esto y la amplitud de su vocabulario nos dice que podemos aprender mucho de su técnica pero me parece que al final esa insistencia en la exactitud acaba contagiándose a los personajes y estos se convierten en algo muy bien perfilado y caracterizado pero con poca vida real. Aunque, tratándose de británicos, quizá esto sea un acierto involuntario y entonces Fortuna y adversidades se trate de un trabajo perfecto. La verdad es que me gustaría pensar esto de un autor como Pujol, cuyos universos y personajes destilan un optimismo y una entereza vital mucho más atractiva que los de tantos rolletes posmodernos. 

     Salvo una, todas las historias están contadas por el Dr. Watson, y son de argumentación y temática variada: meditaciones sobre la labor detectivesca, casos policiacos 'omitidos' por Conan Doyle, intentos de Watson por acabar con la soltería de su amigo, sátiras costumbristas, amenas reflexiones y juegos acerca de la intertextualidad literaria... Aunque para disfrutarlo al máximo hay que conocer al menos algunos casos y personajes del 'verdadero Sherlock Holmes', las historias se leen fácilmente y entretienen y divierten. Muy apropiada para pasar un buen rato, para iniciarse en la original literatura de Carlos Pujol y para contemplar la posible vida escondida de Sherlock Holmes. Obviamente el título nos dice que el autor ha querido hacer lo que hicieron los muchos continuadores de
El Lazarillo. A mi juicio lo ha conseguido y ha escrito un libro que debería ser considerado una continuación de las novelas e hitorias del detective de Conan Doyle. Y otra razón más para felicitar a la editorial Menoscuarto, que sigue de acierto en acierto (Carlos Pujol: Fortunas y adversidades de Sherlock Holmes. Palencia: Menoscuarto, 2007, 132 pp.).



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