No me voy a meter a fondo en la polémica sobre el reciente informe de la RAE sobre el llamado sexismo lingüístico, sobre el que ya nos iluminó en su día Bibiana Aído. Simplificando, si el lenguaje es vehículo de poder, lo es tanto de la RAE como de quienes quieren hacer que sea políticamente correcto a la fuerza, algo que para nada cumple las leyes naturales del propio lenguaje, una de las cuales es precisamente la de la economía lingüística o de la ley del mínimo esfuerzo. El informe de la RAE, firmado por Ignacio Bosque, trae un ejemplo surrealista que contradice esa ley y al que espero que no lleguemos nunca. Lo reproduzco aquí:
«Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional.» «Para ejercer los cargos de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional, Ministros o Ministras; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de Estados y Municipios no fronterizos, los venezolanos y venezolanas por naturalización deben tener domicilio con residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince años y cumplir los requisitos de aptitud previstos en la ley.»
El informe de la RAE incluye algún otro delirante ejemplo, como el fomento por parte de algunas instituciones y agrupaciones del uso del signo de la arroba para evitar lo que ell@s llaman una marginación sexist@. Tomando esos ejemplos como base, y aplicándola a los propios partidos políticos se me ha ocurrido llevar a cabo una encuesta con la siguiente pregunta ¿Cuál de las siguientes propuestas te parece más estrafalaria? (No he tenido respuestas porque esta vez he preguntado sólo a gente inteligent@ y, obviamente, me han mandado a freír espárrag@s. Además ha sido imposibl@ llevar a buen términ@ ningun@ conversaci@n):
1) Partid@ Popul@r
2) PS@e
3) Izquierd@ Unid@
4) C@misiones @brer@s
5) Convergenci@ y Uni@
¿Algo o "alga" que comentar?
2) PS@e
3) Izquierd@ Unid@
4) C@misiones @brer@s
5) Convergenci@ y Uni@
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