martes, 10 de diciembre de 2013

Greenpace y su Nihil Obstat

Seguramente todos recordamos algún libro más o menos antiguo, o de contenido más o menos filosófico o religioso que en una de sus páginas incluía el nihil obstat del obispo correspondiente, que garantizaba que ese libro estaba libre de errores doctrinales, etc. Pues nada, ya se ve que a las viejas ortodoxias les sustituyen otras nuevas. Lo he comprobado al leer dos libros de la editorial Debolsillo  (Todos mis cuentos, de Ana M. Matute, y Dublinesca de Vila-Matas). Y si antes eran los obispos quienes nos decían que un libro podía o no salir al mercado, ahora es Greenpace. Leed lo que sigue:

"El papel utilizado para la impresión de este libro ha sido fabricado a partir de madera procedente de bosques y plantaciones gestionados con los más altos estándares ambientales, garantizando  una explotación de los recursos sostenible con el medio ambiente y beneficio para las personas. Por este motivo Greenpace acredita que este libro cumple los requisitos ambientales y sociales necesarios para ser considerado un amigo 'amigo de los bosques'. El proyecto 'Libros amigos de los bosques' promueve la conservación y el uso sostenible de los bosques, en especial de los Bosques Primarios, los últimos bosques vírgenes del planeta"


     Por supuesto, soy de los primeros en defender lo ecológico de la solución; lo que me preocupa es sobre todo que a esto no lo llamemos censura de algún tipo, que ahora Greenpace se conviera en el árbitro de la literatura. Y creo que viendo las cosas con un poco más de profundidad, prefiero el nihil obstat de los obispos al de Greenpace; por lo menos aquel evaluaba el valor acomodaticio o subversivo de tus ideas; ahora parece que lo importante no es el contenido de tu libro sino el soporte en que lo publicas. Algo así como si hubiéramos sustituido la primacía de las ideas por una dictadura del sentimiento o nos hubiéramos plegado al monopolio del Kindle o el iPad.   
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