![]() |
Ramón de Campoamor (1817-1901), el poeta ripioso por excelencia |
Dublinesca: "donde Monica Vitti interpretaba a un personaje de perfil errante (...) una mujer perdida en un paisaje industrial hermético en el que la calma de las apariencias no neutralizaba su incapacidad de establecer una comuncación adecuada con lo que la rodeaba. Ese naufragio permanente (...) la abocaba a convertirse en un ser temeroso que, incapaz de afrontar una realidad que escapaba totalmente a su comprensión, avanzaba por espacios vacíos, por un desierto metafísico" (p. 39)
Riña de gatos: “Anthony Whitelands se sorprendió al encontrarse en un lugar conocido (…) apenas si se enteraba. Sabía que se enfrentaba a un dilema moral, pero estaba tan aturdido que no atinaba siquiera a discernir cuál era. Mientras se abría paso entre la multitud se preguntaba por la razón de que le hubieran detenido de un modo tan caprichoso” (p. 131).
Ramón de Campoamor: "El busto de nieve":
De amor tentado un penitente un día
con nieve un busto de mujer formaba,
y el cuerpo al busto con furor juntaba,
templando el fuego que en su pecho ardía.
Cuanto más con el busto el cuerpo unía,
más la nieve con fuego se mezclaba,
y de aquel santo el corazón se helaba,
y el busto de mujer se deshacía.
En tus luchas ¡oh amor de quien reniego!
siempre se une el invierno y el estío,
y si uno ama sin fe, quiere otro ciego.
Así te pasa a ti, corazón mío,
que uniendo ella su nieve con tu fuego,
por matar de calor, mueres de frío.
Al leer todos estos ejemplos, me han recordado a estos otros dos, reales o virtuales como la vida misma, el primero sacado de una página de internet y el segundo de una castiza tienda de barrio: