Este es el primer libro que leo de Manuel Rivas, y su lectura ha sido también otro golpe de fortuna. En su conjunto es un buen grupo de cuentos narrados con maestría y un lenguaje cuidado y personal que huye de exhibicionismos estilísticos pero también de prosaísmos y frases hechas.
Como el título indica, los cuentos van unidos por el tema del amor, pero entendido éste en su sentido amplio, que incluye tanto el romántico ("¿Qué me quieres amor?"), el familiar, en varias direcciones ("Ustedes serán muy felices", "La lechera de Vermeer", "La luz de la Yoko", "Solo por ahí"), el platónico ("Un saxo en la niebla"), o, si se quiere llamar amor, los impulsos más bien carnales ("Carmiña"). Lo bueno de todo ello es que el autor los modela en unos matices y en unos argumentos que son variados y no dan la sensación de monotonía. Unas veces la historia se cuenta desde el punto de vista de los niños, otra desde los mayores, otras con un toque fantástico, otras en una especie de monólogo en estilo libre.... En resumen, un despliegue rico pero no apabullante de diferentes técnicas narrativas que siempre encajan muy bien con el argumento y el tono de cada cuento. La mayoría de los relatos concluyen con un final o unos giros tan inesperados como originales. Para bien de los lectores tampoco aquí los méritos técnicos apagan la sensación de vida que lleva el conjunto de las narraciones.
Todos me han gustado, pero creo que destacaría dos. El primero, "La lengua de las mariposas", ambientada en la Galicia de la Guerra Civil y que muestra muy bien cómo la política mal entendida puede convertirse en una grave amenaza para la convivencia social. El segundo creo que sería "La lechera de Vermeer", un tierno elogio de la figura materna enmarcado en una evocación artística de uno de mis pintores preferidos. Pero estos no desmerecen a los demás, en especial de los de contenido fantástico, ni a todos los que muestran los diversos lados del mundo y la vida de esa Galicia en la que se ambientan la mayoría de ellos y que el autor sabe recrear tan bien. Quienes la habitan son personajes verosímiles, en situaciones fácilmente reconocibles para todos, y que viven en mundo donde lo bueno y lo malo, el bien y el mal, les toca a todos más o menos por igual. Ni optimismo ingenuo, ni pesimismo desesperanzado.
Como nota final recuerdo que el libro ganó el Premio Nacional de Narrativa y el Premio Torrente Ballester en 1996. El original está en gallego; yo he leído la traducción al castellano, que cuenta con algunos poemas breves y expresiones sueltas en el idioma original. También se añaden unas pocas notas explicativas de la traductora a pie de página, que ayudan lo suficiente. (Manuel Rivas: ¿Qué me quieres, amor?. Madrid: Punto de lectura, 2002, 198 pp.).