Esta novela podría incluirse en la categoría de los 'crossover books', es decir, de esas obras que pueden llegar de forma fácil a públicos de diversas edades por estar escritos en un lenguaje accesible y por narrar historias con las que esos lectores pueden identificarse con relativa facilidad. En este sentido, la portada del libro puede despistar un poco. En este caso se trata de una libre y amena mezcla y recreación de la leyenda del rey Arturo y de los cuentos de hadas, con personajes como Ginebra, Merlín, Lancelote, Morgana, y una serie de doncellas prisioneras o encantadas a las que otra serie paralela de caballeros andantes han de liberar de su estado.
El desarrollo del argumento está bastante bien resuelto, pues combina una repetición cíclica en la que la liberación de todas las doncellas siguen más o menos el mismo esquema, pero también deja suficiente espacio para que cada una de esos episodios tenga elementos propios y originales que eviten la monotonía final y, sobre todo, que permitan moverse a los personajes como personas vivas, muy lejos de los estereotipos de otras narraciones parecidas. En este sentido llaman la atención los casos de Morgana, que al final no es la 'bruja-mala-malísima' que parecía anunciarse al comienzo, y la relación amorosa entre Merlín y Ginebra, nada fácil a causa de la presencia de Lanzarote, pero también resuelta de forma original y nada tópica.
La única pega que se me ocurre tiene que ver con el lenguaje. No he leído más obras de la autora, y no puedo establecer comparaciones en este sentido, pero a veces da la impresión de que ese lenguaje necesita un poco más de pulimiento, de ser 'demasiado accesible', de estar escrito demasiado rápido o como por encargo. Esto hace que la lectura sea muy fácil, por supuesto, pero también que el estilo no se disfrute tanto como la historia. (Soledad Puértolas: La rosa de plata. Madrid: Espasa, 1999, 261 pp.).