De por sí y como explico en la sección 'este blog', los best-sellers no son mi tipo de libro. Como les pasó a los sevillanos cuando se cabrearon por la ignorancia o mala leche con que Brown retrataba Sevilla en La fortaleza digital, como burgalés me sentí ofendido por la falta de conocimiento de la iconografía artística en El código Da Vinci. Resulta que en el museo de la catedral de Burgos tenemos una pintura de la Magdalena que incluso algunos atribuyen a Leonardo Da Vinci, aunque lo más seguro es que se trate de una obra salida de su taller, muy probablemente de los pinceles de su discípulo Giovan Pietro Rizzoli de Gianpetrino. Aquí la foto:
Obviamente, nada que ver con la figura de 'María Magdalena' en 'La última cena' de Da Vinci. Cualquiera medianamente experto en arte europeo sabe se trata del apóstol San Juan, a quien se solía representar joven e incluso un poco afeminado según los cánones actuales. Era la forma de resaltar su juventud frente a los demás discípulos. Ahora un cuadro de la época de Leonardo Da Vinci, titulado 'San Juan en Patmos' y obra de Hans Baldung (1511) que confirma lo que digo. Se conserva en el Metropolitan Museum de Nueva York:
En fin, las presunciones históricas de Dan Brown, para llorar. Cualquier parisino –como una de mis colegas me confirmó al respecto de París– nos diría lo mismo.